Durante su extendido discurso inaugural, el presidente electo José Antonio Kast instó a sus seguidores a hacer un sacrificio adicional para continuar apoyando su proyecto, haciendo énfasis en el papel fundamental que desempeñará su esposa, María Pía Adriasola, como primera dama. A pesar de que el Gobierno de Gabriel Boric eliminó este cargo en 2022, Kast confirmó que, a partir del 11 de marzo, su esposa asumirá un rol protagónico en la vida pública del país.
Hace pocas semanas, Kast adelantó que la figura de primera dama no se extingue, citando la experiencia compartida en una reunión en casa de Cecilia Morel, viuda del exmandatario Sebastián Piñera. Recordó que dicho encuentro le permitió comprender la verdadera esencia del cargo, reafirmando que se trata de una función que trasciende lo meramente protocolario. Según el equipo del presidente electo, este rol institucional se orientará a acompañar, hacer visibles y robustecer programas sociales que consideran fueron descuidados por el actual Gobierno, evocando así la labor desempeñada por grandes mujeres a lo largo de la historia republicana de Chile.
Profesional del derecho y madre de nueve hijos, María Pía Adriasola inició su camino junto a Kast en sus años universitarios, contrayendo matrimonio en 1991 y asentándose en Paine, donde durante más de una década consolidaron una vida basada en sólidos valores familiares y religiosos. Durante la campaña electoral, Adriasola se mantuvo en un segundo plano mediático en comparación con otras candidaturas del exdiputado, aunque estuvo presente en diversas actividades en terreno a lo largo del país. Una imagen emblemática de esta etapa fue registrada en Antofagasta, cuando fue vista conduciendo un camión adornado con una gran bandera nacional.
En el pasado, en marzo de 2018, José Antonio Kast enfrentó momentos críticos en Iquique, tras ser expulsado de la Universidad Arturo Prat y agredido por detractores, lo que él atribuyó a la intolerancia hacia sus ideas. En ese contexto, Adriasola creó la Fundación Cuide Chile, cuyo lema es ‘Cuidando los derechos fundamentales de los chilenos’, y se ha destacado en promover iniciativas como la defensa de la libertad de culto y la oposición a la educación sexual temprana en jóvenes. Además, ha expresado de manera pública su desacuerdo con el matrimonio igualitario y el aborto en determinadas causales.
En una carta publicada en La Tercera, Adriasola se distanció de ciertos aspectos de la tercera ola del feminismo, subrayando la importancia de debatir y disentir sin menoscabar las contribuciones de las mujeres. Aseguró también respetar la definición de la Real Academia Española sobre el feminismo, enfatizando la necesidad de avanzar en la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, sin desmerecer la aportación masculina. Con este contexto, la nueva primera dama promete un compromiso activo en el fortalecimiento de las políticas sociales y el bienestar de la comunidad chilena.
Autor: Iñigo Socías
