La Asociación Chilena de Desalación y Reúso (ACADES), en colaboración con la Corporación de Bienes de Capital (CBC), dio a conocer un nuevo catastro que agrupa proyectos de fuentes no convencionales de agua en el país. Según el informe, para marzo de 2025 existen 41 iniciativas en fase de ingeniería o construcción dedicadas al reúso de aguas residuales, así como a la extracción, transporte y desalación de agua de mar, entre otros. Estos proyectos representan una inversión total estimada de USD 22.159 millones, con una capacidad combinada de utilización y transporte de 45.239 l/s. De las iniciativas descritas, 15 están destinadas exclusivamente a operaciones mineras, 12 se vinculan a la producción de hidrógeno o amoníaco verde, 11 tienen un propósito multifacético en el ámbito minero y 3 combinan usos mineros con el consumo humano.
Rafael Palacios, director ejecutivo de ACADES, señaló que “el reporte evidencia una creciente inversión en fuentes no convencionales de agua, junto a sistemas de transporte que permitirán garantizar la seguridad hídrica en cuencas deficitarias, reduciendo la presión sobre las fuentes continentales”. En este contexto, el país cuenta con 24 plantas desaladoras de agua de mar de escala industrial o con capacidad superior a 20 l/s, que acumulan una capacidad instalada de 10.500 l/s. Entre ellas se destacan la planta de Minera Escondida, la mayor de América con 3.858 l/s; la planta desaladora de Econssa, operada por Aguas Nuevas en Caldera y galardonada con el Global Water Award 2022; y la planta de Aguas CAP, que atiende necesidades mineras, de consumo humano y agrícolas.
Dentro de los proyectos en construcción, resaltan varias iniciativas directamente relacionadas con el sector minero: la Planta Desaladora Collahuasi en Tarapacá (1.050 l/s); la del Distrito Norte de Codelco en Antofagasta (840 l/s); el Proyecto de Adaptación Operacional (PAO) de Minera Los Pelambres en Coquimbo (400 l/s); la Planta ENAPAC de AguaSol en Atacama (2.630 l/s); la planta de Aguas Pacífico en Valparaíso (1.000 l/s) y el sistema de abastecimiento para Minera Franke en Antofagasta (100 l/s). Asimismo, se incluyen dos proyectos de extracción y transporte de agua de mar vinculados a la minería: “Tente en el Aire” de SQM en Tarapacá, con 900 l/s, y “SIAM Nueva Centinela” de Antofagasta Minerals, con 1.194 l/s.
Palacios enfatizó que la industria minera ha sido pionera en apostar por fuentes no convencionales que aseguren su operación hídrica y reduzcan la dependencia de las fuentes continentales, permitiendo que estas sean destinadas a otros fines, como el consumo humano o usos ecosistémicos. Esta estrategia se vuelve esencial ante el creciente déficit hídrico en las cuencas del centro y norte del país, regiones de alta actividad minera. La transición hacia el uso de agua desalinizada, la reutilización de las aguas en procesos productivos y la incorporación de energías renovables han configurado un ciclo virtuoso de economía circular y desalación sustentable.
En el ámbito regional, Antofagasta lidera con 12 proyectos que suman 21.401 l/s de capacidad y una inversión de USD 8.877 millones, seguida por Atacama y Coquimbo, lo que evidencia la alta concentración de iniciativas hídricas en áreas con intensa actividad minera.
Autor: Roberto Sánchez