La Certificación Edificio Sustentable (CES) conmemora estos 10 años destacando su aporte fundamental al cambio cultural y técnico en la construcción, impulsando a mandantes tanto públicos como privados a adoptar criterios más exigentes en materia de sustentabilidad. Su desarrollo se inició en 2012 y, tras la firma de un convenio cuatripartito en 2014 entre el Ministerio de Obras Públicas (MOP), la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el Colegio de Arquitectos y el Instituto de la Construcción, se dio el primer piloto de certificación a fines de dicho año.
La certificación evalúa seis grandes requerimientos técnicos: calidad del ambiente interior, energía, agua, materiales y residuos, operación e innovación. Entre los aspectos evaluados se encuentran el confort térmico, iluminación, ventilación, consumo energético, huella de carbono, uso eficiente del agua y gestión de desechos. Según la puntuación obtenida, los edificios se clasifican en categorías que van desde ‘no certificado’, ‘certificado’, hasta ‘certificación destacada’ o ‘certificación sobresaliente’.
Hernán Madrid Campos, jefe de CES e ingeniero civil en diseño y construcción de obras de la PUC, destaca que los edificios sustentables generan beneficios directos para sus usuarios. Por ejemplo, en instituciones educativas, tales características favorecen procesos de aprendizaje, mientras que en centros de salud, contribuyen a una recuperación más rápida de los pacientes; en ambientes productivos, se observa una mayor productividad. Además, estos edificios presentan una reducción de costos operativos, principalmente en consumos de energía y agua, y mejoran su acceso a financiamiento a través de instrumentos como bonos verdes o fondos internacionales. De este modo, se logra disminuir impactos ambientales e incluso acercarse a un balance neto de emisiones mediante la incorporación de energías renovables. Cabe destacar que el consumo típico en Chile es de 275 KWh/m2 al año, mientras que algunos edificios certificados pueden lograr reducciones significativas, alcanzando cifras como 53 KWh/m2 o 58 KWh/m2 al año, según casos como la CChC de Osorno y el centro Terapéutico de Puerto Montt.
En cuanto a la evolución, CES ha registrado un aumento notable en proyectos inscritos, precertificados y certificados. Desde 2014 hasta marzo de 2025 se contabilizan 593 proyectos, de los cuales 338 están en etapa de precertificación y 141 han obtenido la certificación, distribuidos en todas las regiones del país. Destacan cifras en la Región Metropolitana (18 edificios certificados) y la Región de La Araucanía (16), así como significativos aportes en Biobío, Maule, Los Lagos, Coquimbo y Valparaíso. Entre los hitos, se resalta el terminal de pasajeros del Aeródromo Teniente Julio Gallardo en Puerto Natales, que alcanzó 90 puntos en la categoría precertificada, y el Cuartel de Bomberos de Segunda Faja en Villarrica, que obtuvo la calificación sobresaliente con 83,5 puntos.
Mirando hacia el futuro, Hernán Madrid Campos señala que los desafíos para la próxima década incluyen ampliar el rango de edificaciones certificadas, incorporando sectores privados como centros comerciales, hoteles y otras infraestructuras, y considerar la resiliencia ante los efectos del cambio climático, ya sea integrando nuevas variables en el CES o desarrollando un modelo adicional. Hasta el momento, los proyectos certificados se han centrado principalmente en educación, seguridad, oficinas y salud, contando también con ejemplos en servicios, deporte, cultura y transporte.
Asimismo, la entidad resalta el importante rol de oficinas de arquitectura en la promoción de la construcción sustentable. Firmas como Crisosto Smith Ltda., con 39 proyectos distribuidos en 13 regiones, han contribuido a descentralizar y adaptar la arquitectura sustentable a diversos contextos. Otras compañías destacadas, como Arqdesign, BIS Arquitectos, Arqlofts, Prado Arquitectos, Valle Cornejo, ANGO Arquitectura y Bortink Yurisic Arquitectos, también han sumado esfuerzos en este camino. El alcance nacional de la certificación es notable, con la Región Metropolitana y La Araucanía a la cabeza en inscripciones, y regiones como Biobío, Maule, Valparaíso y Los Lagos mostrando una considerable actividad. Incluso zonas más extremas como Arica y Parinacota, Tarapacá y Magallanes han adoptado la certificación, lo que evidencia una preocupación generalizada por la sostenibilidad independientemente de las condiciones geográficas.
En definitiva, estos 10 años de CES marcan un antes y un después en la construcción sustentable en Chile, reconociendo el compromiso de profesionales, instituciones y mandantes y proyectando un futuro donde la eficiencia, el confort y el respeto al medioambiente sean elementos esenciales en el desarrollo de infraestructuras.
Autor: Jorge Rojas